La respuesta está en nosotros mismos , específicamente, en nuestra mente.
Como seres humanos pensamos muchas veces sobre nosotros mismos. Nos gusta pensar que somos nobles, honestos y buenos, especialmente en comparación con otras personas. Nos gusta creer que nunca lastimaríamos a alguien o infringiríamos algún tipo de daño.
Esto es lo que se conoce en psicología como «superioridad ilusoria», la cual consiste en hacer que una persona piense demasiado en sus cualidades positivas, y muy pocas en sus negativas. Esto es algo que nuestra mente hace para superar el día a día, ya que de otra forma no nos atreveríamos a tomar ninguna decisión debido al peso moral de nuestras acciones.
Sin embargo, para nuestro pesar, no somos inherentemente morales y justos. Como lo teorizó en su momento Carl Jung en nuestro inconsciente coexisten impulsos primitivos ; estos representan nuestra faceta instintiva animal producto de nuestro pasado evolutivo, los cuales gracias a la razón hemos podido suprimir, y con eso crear reglas de convivencia, lo cual evita en cierta medida que la sociedad se convierta en una pesadilla brutal e inmoral.
Una en la que volarías un ferry lleno de inocentes para sobrevivir.
Jung llamó a este fenómeno la «Sombra». La Sombra es la parte de la psique que negamos conocer. Es la parte de ti que desea poder golpear a tu jefe y luego robarle la billetera. Es la parte de ti que desea poder robar un banco con una máscara de payaso y salir ileso.
Es la parte de ti que quiere dejar las reglas, como lo hizo el Joker.
Psicólogo J-M
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