En la mañana de este trágico miércoles, Fresnillo se vio sacudido por un macabro descubrimiento. En tres puntos estratégicos de la carretera federal 45, a la altura del imponente Cerro de Chilitos, al menos cuatro bolsas de plástico revelaron un espeluznante secreto: partes desmembradas de cuerpos humanos.
El reloj marcaba las 7 de la mañana cuando las autoridades confirmaron el primer hallazgo, tras recibir angustiosas llamadas al número de emergencia de personas que transitaban por el lugar. La escena, digna de una pesadilla, se tornó aún más siniestra al descubrirse una cartulina con un mensaje delictivo en uno de los sitios.
En una escalofriante sucesión, dos hallazgos adicionales se revelaron, uno a escasos 100 metros del primero y otro frente a la parada de camiones, en las inmediaciones de la Universidad Autónoma de Durango (UAD). Los tres puntos convergían en los carriles que conducen hacia Zacatecas, sumiendo la región en un estado de horror inimaginable.
Ante esta atrocidad, las fuerzas del orden, representadas por la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano y la Policía Municipal, se movilizaron rápidamente para resguardar y asegurar la escena. Mientras tanto, la GN división caminos desplegaba sus distintivos para marcar la zona como un sombrío testimonio de la violencia que asoló el lugar.
Los agentes de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) llegaron con premura, acordonando meticulosamente cada área para dar inicio a la inevitable investigación. En un desgarrador protocolo, los restos hallados serán trasladados a las instalaciones forenses, donde se llevarán a cabo los procedimientos de identificación en un intento desgarrador de dar sentido a este espantoso rompecabezas humano.
