Un hombre de 47 años que se dedica a la albañilería, fue golpeado por otro hombre, después de «hecharle los perros» a una mujer que iba cruzando la calle.
El Corralillo, Genaro Codina. Como ya es muy común en el mundo popular de los «Maistros de albañilería», el típico y populacho piropo a las mujeres, es la máxima expresión poética para estos sublimes caballeros de cuchara y pala, amantes de la obra.
Desde un «que comen los pajaritos» hasta un «prietita color de llanta aquí esta tu chapapote», el piropo albañilero se ha hecho tan popular entre estos hombres galantes pero no a toda mujer le agradan.
Juan, un albañil de 47 años que se ha dedicado a la obra desde los 14 y a quien le agradaba mucho piropear a las mujeres en su lenguaje florido y con albur, se encontraba descansando en su jornada laboral.
En compañía de sus tantos compañeros se dispuso a sentarse sobre un bote de mezcla para consumir de sus sagrados alimentos, torta en mano y coca cola de botella al lado, así lo describe, cuando pasó en medio de la calle una dama que conducía sus pasos a la tiendita de la esquina.
A Juan se le hizo fácil realizar un simple chiflido melodioso mientras la mujer pasaba frente a la zona de obra, no obstante la mujer ignorando su piropo pasó de largo y llegó a la tiendita de la esquina.
Al salir la mujer de la tienda y caminar de regreso a su destino, volviendo a pasar por la misma zona de obra, el mismo chiflido se deslizó por los vientos en motivo a la presencia de la mujer.
No resultando tan agradable a la mujer quien volteó con gesto de enojó le reclamó a Juan que no le volviera a molestar.
En su ego masculino le volvió no sólo a dirigir un chiflido más sino a declararle una serie de palabras que elogiaron a la mujer, quien nuevamente con muestras de enojo se dirigió a su casa sin mencionar palabra alguna.
Minutos más tarde y una vez terminado su hora de descanso, Juan regresó a sus actividades laborales cuando de forma repentina, fue atacado por otro hombre por la espalda y golpeado de forma brutal con una pala.
Motivo que orillo a sus colegas a entrometerse en en el asunto auxiliando a su compañero. No obstante, el hombre atacó a dos hombres más con el mismo objeto de albañilería.
Momentos más tarde una unidad policíaca arribó al lugar, así como paramédicos de Protección Civil para la debida atención del agredido.
El agresor no se encontraba en el lugar y los policías no obtuvieron más datos del agresor debido a que los mismos albañiles presentes en obra no vivían ni conocían las calles del lugar, provenían de otro municipio.
Por lo que el agresor resultó ileso de su conducta violenta y libre de cargos.
Juan por fortuna no tuvo fracturas ni problemas de traumatismo, sólo obtuvo el susto del momento y una lección de vida que le permitirá a la próxima, medir sus palabras.
Y tú alguna vez haz tenido problemas por lanzar un piropo?
Cual es tu piropo de albañil, favorito?
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