Un oficial estadounidense anónimo confirmó recientemente que ocho empleados de un call center presuntamente operado por el cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Zapopan, Jalisco, que fueron secuestrados en mayo y cuyos cuerpos se identificaron este martes, fueron asesinados como represalia por su intención de renunciar.
Además, sugirió que este tipo de asesinatos podrían haber ocurrido antes.
El CJNG dirige varios call centers en Jalisco con el objetivo de estafar a ciudadanos estadounidenses a través de supuestos tiempos compartidos.
Se sospecha que aquellos que no quieren continuar trabajando en estos lugares son asesinados por el grupo delictivo. Brian E. Nelson, subsecretario del Tesoro para terrorismo e inteligencia financiera, mencionó en abril que estas estafas suelen estar dirigidas a ancianos estadounidenses y constituyen una importante fuente de ingresos para el CJNG.
Según la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), los estafadores se contactan por correo electrónico con personas que desean vender tiempos compartidos en Puerto Vallarta, uno de los principales destinos turísticos de México.
Les aseguran tener un comprador, pero les piden pagar impuestos y tarifas antes de concretar la venta. Después de recibir el pago, los estafadores desaparecen.
El FBI reveló que en 2022 recibió más de 600 quejas de víctimas de este tipo de estafa, con pérdidas estimadas en alrededor de 39.6 millones de dólares. Según Héctor Flores, cofundador del colectivo de búsqueda Luz de Esperanza, los empleados de estos call centers han estado desapareciendo desde al menos 2017 sin que las autoridades tomen medidas significativas al respecto.
