Condenan con 50 años de cárcel a un hombre que torturó y asesinó al violador de su hija.
CHARLOTE, CAROLINA DEL NORTE. George Thomas Sinclair, es padre de familia de una menor de 5 años, Lucy.
George trabajaba como empleado en las construcciones de obras públicas, era papá soltero y dedicaba cuánto tiempo podía a cuidar de su pequeña.
En sus jornadas laborales, una anciana vecina le ayudaba a cuidar a la menor hasta que George llegara a casa.
Un día, al término de su jornada, George llegó a casa pero no estaba de la misma forma.
La puerta estaba abierta, lo cual era extraño y sonidos extraños provenían del cobertizo.
La señora Nona, no se encontraba en casa ni su abrigo en la entrada. Por lo que con cautela siguió los sonidos y dió con la más terrible de las escenas.
Allí se encontraba un sujeto abusando sexualmente de la menor.
En su furia y coraje, golpeó al hombre hasta dejarlo inconsciente.
Lo encadenó, lo amordazó y lo mantuvo en el sótano por lo menos una semana en donde lo torturó hasta quitarle la vida..
Fueron las denuncias de Nona, la anciana y niñera de Lucy, quién reportó a su hijo desaparecido.
La policía de Carolina del Norte dió a la casa de George gracias a que Nona le había dado indicaciones específicas a su hijo de ir por Lucy a su casa y llevarla a casa de Nona hasta que llegaran por ella.
Lucy fue abusada sexualmente en esos 30 minutos que Peter fue por ella.
El Forence menciona que Peter además de haber sido torturado se encontraba en estado crítico de deshidratación y desnutrición.
Habían sido obligado a comer su propias heces y sin más ni menos fue golpeado bruscamente hasta que las costillas se le rompiera.
Además, lo dedos de sus manos mostraban fracturas y rompimiento de tendones. Probablemente habían martillado sus manos hasta romperle los huesos.
Tenía varios golpes en la cabeza, que le habían provocado en repetidas veces varias contusiones.
Se le habían retirado las uñas con pinzas metálicas. Le habían hecho varios cortes de piel en la espalda y demás partes de su cuerpo.
Sus dientes fueron removidos probablemente con pinzas.
Sus órganos viriles fueron retirados sin anestesia provocándole una fuerte hemorragia.
Fue una tortura el grado de dolor más intenso.
Por lo que al dar con la casa, de George, y testigos vecinos que vieron entrar a Peter, la policía dió con el sótano y dieron con el cuerpo de su víctima, ya sin signos vitales.
Por ende fue detenido y puesto a disposición de las autoridades.
Dos semanas después de recojer el cadáver de Peter, y estudiar el tipo de torturas que George le hizo al violador de su hija, fue sentenciado.
La sentencia por cargos de homicidio culposo y tortura, va desde los 60 hasta los 80 años.
Sin embargo, el abogado de George logró disminuir la condena dejando únicamente 50 años de cárcel.
El interrogatorio a George fue la parte más difícil ya que lanzó la pregunta al aire libre ante el juez y cuestionando al jurado:
«Señores, ustedes que harían si vieran al maldito que le hace daño a su pequeña?».
Se espera que George sea trasladado a una penitenciaría de máxima seguridad en donde espera pasar los últimos 50 años.
Su abogado, busca nuevamente reducir la condena, ya que el asesinato aún se puede alegar que fue en defensa propia. Se programará nuevamente un nuevo juicio dentro de un año, en donde la nueva sentencia se dictaminará de acuerdo a las nuevas pruebas presentadas.
La población de Carolina del Norte está en apoyo mutuo a George, en donde a través de marchas piden se le absuelva de su condena ya que el agresor estaba abusando de una menor.
Se desconoce si el atacante haya padecido de alguna enfermedad mental que lo haya orillado a realizar este acto.
La pequeña Lucy es atendida hasta el momento por autoridades del lugar, específicamente por personal de trabajo social, mismas que cuidan de ella brindándole además apoyo psicológico debido al fuerte trauma que presentó.
