En este momento estás viendo Alguna vez te ha pasado?

Alguna vez te ha pasado?

Testimonio Anónimo:

Hola, mi nombre es Johana, tengo 22 años, vivo en la capital y quiero contar mi mala experiencia con las redes sociales.

Hace algunos meses rompí con mi novio, tuvimos una relación de cuatro años, estábamos comprometidos pero por una infidelidad que él me hizo decidimos romper con la relación y con ello, el compromiso del matrimonio.

Yo me encontraba devastada por la noticia y más por el tener que entregar la razón a los invitados de que no habría boda. Los padrinos, los invitados, la familia sucumbieron en tristeza obviamente pero también en rabia por el hecho de la infidelidad.

A dos meses de nuestro rompimiento, llegó a mi cuenta de Facebook una solicitud de amistad, su nombre prefiero no mencionarlo por seguridad.

Empezó a escribirme, decidí por error, lo admito, el aceptar su solicitud. Al principio parecía un chico muy atento, bueno y me daba toda la atención que yo necesitaba.

Después de dos meses más de platicar por línea las cosas se empezaron a intensificar, empezó a escribirme de una forma más erótica, no sólo enviaba imágenes y fotos candentes, en todas ellas aparecía desnudo y sin censura alguna me las dedicaba.

Puedo decir con vergüenza que accedí a cometer el mismo acto, le envié fotos candentes, desnuda. Pero era más exigente cada vez cuando le mandaba fotos al grado de enviarle mi rostro en ellas.

Una ocasión dejó de escribirme, yo aún seguía escribiéndole por Messenger, me había dado su número de celular y también le dejaba mensajes por WhatsApp, cuando descubrí que había cancelado su número, empecé a preocuparme más por él, algo le había pasado.

Aún seguía mandándole mensajes a su cuenta pero los resultados eran nulos, no había respuesta por parte de él. Con los días una amiga mía me llamó asustada y molesta, diciéndome que porqué tenía yo, una cuenta de Facebook en donde tenía fotos provocativas.

Obviamente que le dije que yo no había hecho nada. Fue a mi casa, nos conectamos a Facebook y me enseñó una cuenta en donde no sólo estaban mis fotos, todos los contactos que se encontraban en la cuenta eran de hombres.

Sentí que el mundo se me vino encima, no podía creer lo que estaba viendo. Una cuenta falsa con mis fotografías, y no solo eso, empezamos a deducir que mis fotos íntimas también se encontraban con la persona que había hecho el perfil.

Le tuve que contar a mi amiga en un mar de llanto. Claro, que me llamó la atención pero al final permaneció conmigo en todo momento.

Decidió hacer un perfil falso, de hombre, por supuesto. Le envío solicitud de amistad y por obviedad la aceptó. Empezamos a chatear con la persona del perfil y salió a la luz. Tenía mis fotos íntimas. A todos los contactos se los estaba enviando por Messenger.

No podía creer lo que mis ojos habían visto. Mis fotos habían sido compartidas con hombres que quizá me conocían. Empecé a llorar y a temblar de miedo. No sabía con qué clase de loco había chateado meses antes.

Mi amiga me aconsejó ir a la procuraduría a interponer una denuncia, pero antes tenía que hablar con mis padres. Lo hice y obviamente se volvieron locos al saber el error que había cometido, mi padre incluso me había dejado de hablar. Aún así me sentí liberada al hacerlo. A pesar de su coraje mis padres tampoco me abandonaron.

Fuimos a la procuraduría, interpuse una denuncia por parte de la persona que había hecho esto, y con las investigaciones correspondientes se dió con la persona que había hecho este tipo de fraude. Para no hacer tan larga la historia y concluir, el culpable era mi ex novio.

Al momento de dar con su perfil original se dieron cuenta las autoridades que tanto la cuenta falsa como el número de dónde chateaba conmigo (que no solo lo hacía conmigo sino con otras dos chicas más), provenían de su domicilio.

Ahora él está cumpliendo una condena por fraude y acoso cibernético. Quiero decirte querido lector que no todos los casos terminan en un final feliz. Yo fuí una de las afortunadas, quizá, si así lo quieres llamar, porque me animaron a denunciar. Algunas de las víctimas no se atreven a hacerlo por vergüenza, por el qué dirán, por temor a los malos comentarios y al rechazo social quizás.

Quiero también decirte que admito que cometí un terrible error, error que muchas de las jovencitas cometemos, somos seres humanos que cuando estamos en esa vulnerabilidad emocional nos confundimos y llegamos a este tipo de actos por atención de alguien más. No es la opción. Por favor no te confíes de contactos que no conozcas, no brindes información personal, no envíes fotos y si lo haces, no envíes tu rostro.

Si estás siendo extorcionada por redes sociales, anímate a denunciar. No estás sola!!!

Esto que a mí me hicieron es un delito y se penaliza con cárcel. Te invito a qué le cuentes a quien más confianza le tengas, acércate a tu familia y procede con tu denuncia.

Cualquier tipo de extorsión telefónica o cibernética, marca al 088 para atender tu denuncia y darte los pasos a seguir.

!!!No estás solo!!!

Recuerda que no estás solo!!